Gracias a Bel que envió su foto del Jaguarundí (ver entrada anterior) y a Gisela del grupo ´Plantas Autóctonas de Córdoba´ de facebook, se pudo dar con Sabrina Villalba, del Proyecto 'En busca del Jaguarundí' - Fundación Natura, quien identificó al puma en la foto. Así podemos conocerlo, saber que existen cuatro especies de félidos en Córdoba...
...'A pesar de los esfuerzos de muestreo no pudimos registrar directamente al jaguarundi, ni confirmar a qué felino pertenecen las huellas encontradas. Creemos que el hecho de no registrar la especie en la zona puede deberse a varios motivos. Como se mencionó anteriormente, se trata de una especie rara de observar, por lo cual, es necesario continuar su búsqueda. Además los recientes incendios, pueden haber afectado su hábitat y con ello su presencia en el lugar.' - Informe del proyecto 'En busca del Jaguarundí'.
Si quieren saber más sobre el proyecto (y si los amigos de Córdoba quieren mantenerse en contacto y/o aportar datos): Fundación Natura
Los félidos (familia Felidae) son los más especializados en consumir carne dentro del orden Carnívora, estando bien adaptados a la cacería que realizan de manera sigilosa y al acecho. Se trata de animales de tamaño variable, de cuerpos esbeltos, alargados y musculosos. Tienen excelente visión y el sentido del olfato y oído bien desarrollados. En general son territoriales y solitarios, de actividad principalmente crepuscular y nocturna, además de ágiles trepadores y buenos nadadores.
Por el tipo de alimentación, se ubican en la cima de las pirámides alimenticias, jugando así un papel importante en los ecosistemas, al regular las poblaciones de sus presas. A su vez, esa situación los ubica en el centro de conflictos con el ser humano, ya que suelen predar animales de importancia económica. Otros problemas a los que se enfrentan son la caza ya sea deportiva o por el valor de sus pieles, al tráfico ilegal de fauna, la pérdida de hábitat, entre otros.
En la provincia de Córdoba habitan cuatro especies de félidos, estos son el gato montés (Oncifelis geoffroyi), el gato del pajonal (Lynchailurus pajeros), el puma (Puma concolor) y el jaguarundi o “puma negro” (Puma yagouaroundi). Este último, es de aspecto inconfundible, ya que es el único que tiene coloración uniforme sin manchas, presentando dos fases, una pardo rojiza y otra gris oscura o negra, pudiendo aparecer ambas en una misma camada de crías. Además, se destaca por tener el cuerpo alargado, patas en proporción cortas, la cabeza pequeña y achatada, y la cola larga. Puede llegar a medir un metro de largo, incluyendo la cola, la cual representa el 40% de su longitud. Se diferencia de otros felinos ya que es de hábitos principalmente diurnos.
El jaguarundi originalmente se encuentra ampliamente distribuido, desde Texas (Estados Unidos) hasta el centro de la Argentina. En Córdoba se debería encontrar en toda la provincia, principalmente en el Bosque Chaqueño y Serrano del centro y norte. La misma es considerada como rara a lo largo de su distribución, por lo que, cada registro de presencia (observaciones, rastros o reportes) resulta relevante a la hora de definir la ocurrencia de la especie en una determinada zona. En este sentido, distintos relatos sobre la presencia del jaguarundi en La Paisanita (Valle de Paravachasca), han motivado este proyecto. Dichos relatos refieren a observaciones directas de individuos aislados, y de pavos reales consumidos de manera que hacen sospechar que fueron predados por “el puma negro” (mordidos en la panza y esparcidos en espacios abiertos). Conocer más sobre esta especie y su situación poblacional en la provincia, resulta fundamental a la hora de planificar estrategias regionales para la conservación de este felino. Es por ello que, el objetivo de esta primera etapa es registrar la especie en La Paisanita, a través de entrevistas a lugareños, búsqueda de rastros y/observaciones directas.
Detalles de la expedición:
La localidad de La Paisanita se encuentra en el Valle de Paravachasca, cercana a la localidad de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Su vegetación corresponde a la ecorregión del Chaco y en particular, a la sub región del Chaco Serrano. Éste se caracteriza por la presencia de bosque de densidad variable según sus características micro climáticas, y con una predominancia de especies adaptadas a ambientes con poca humedad y que renuevan sus hojas (xerófilas y caducifolias), ver figura 1 y 2
Se encuentran especies dominantes como el molle de beber (Lithraea molleoides), el manzano de campo (Ruprechitia apetala), el coco (Zanthoxylum coco), el tala (Celtis ehrenbergiana), y en menor medida el algarrobo (Prosopis sp.), el piquillín (Condalia montana), el espinillo (Acacia aroma), entre otros. Esta composición vegetal ofrece una gama de recursos (alimento y refugio) a una gran diversidad de fauna característica de esta subregión. Varios son los factores que amenazan el normal establecimiento de estas comunidades, como por ejemplo: incendios recurrentes, ganadería intensiva, extracción de leña, invasión de especies animales y vegetales exóticas y urbanización no planificada.
Este estudio se realizó desde el 28 al 31 de enero del 2014. Para aumentar la posibilidad de registrar la especie comenzamos la búsqueda en la estancia San Agustín, donde contábamos con una referencia, dada por su dueño, Aníbal Carballo, quien nos relató sobre los pavos reales predados y sobre un avistaje. A su vez, realizamos entrevistas a pobladores de La Paisanita, quienes mencionaron que los avistamientos de esta especie se remontaban a dos años atrás y los más recientes al mes de agosto del año 2013, es decir, antes de los incendios que azotaron la provincia en el mes de septiembre del mismo año. Con esta información se utilizaron métodos de colecta de información a campo, basados en la búsqueda de rastros (registro de huellas, heces, cráneos, pieles, etc.) y de observaciones directas. Al llegar al sitio y luego de un recorrido por el área descubrimos huellas en la arena, de 4 cm de largo y 55 cm de tranco (figura 3 y 4). Estos rastros fueron identificados como de un posible felino pequeño, los cuales podrían ser de gato montés o de jaguarundi. Con esta información, durante dos días consecutivos (abarcando parte del día y la noche), nos ubicamos en un sector estratégico para así registrar a quien pertenecían las mismas y de ser posible tomar fotografías (figura 5 y 6). Además, colocamos una trampa en la arena, la cual consiste en una jaula de rejas metálicas que se acciona cuando el animal ingresa en busca del cebo (carne), encerrándolo sin causarle daño. A su vez, para atraerlo se utilizó un cebo vivo (gallina) colocado en una jaula, de modo que la misma no pueda ser predada (figura 7 y 8). Alrededor de esta se aliso el terreno a modo de huellero para complementar nuestra búsqueda. Por último, además del trabajo en el sitio puntual de las huellas, se realizaron recorridos a pie en el terreno circundante a la estancia San Agustín, en busca de registros de la especie.
A pesar de los esfuerzos de muestreo no pudimos registrar directamente al jaguarundi, ni confirmar a qué felino pertenecen las huellas encontradas. Creemos que el hecho de no registrar la especie en la zona puede deberse a varios motivos. Como se mencionó anteriormente, se trata de una especie rara de observar, por lo cual, es necesario continuar su búsqueda. Además los recientes incendios, pueden haber afectado su hábitat y con ello su presencia en el lugar. Es importante destacar que estos resultados, nos sirven para poder delimitar futuras etapas en distintos sitios del Valle de Paravachasca y en el resto de las Sierras de Córdoba. Existen muy pocos registros documentados de este felino y con este estudio se buscará dar información fehaciente de su presencia y que sitios utiliza, para poder así aplicar medidas de conservación no solo para el jaguarundí sino para el hábitat en el que se encuentra.
Si quieren saber más sobre el proyecto (y si los amigos de Córdoba quieren mantenerse en contacto y/o aportar datos): Fundación Natura
INFORME PRIMERA EXPEDICIÓN “EN BUSCA DEL JAGUARUNDI”
Fundación Natura Argentina
Participantes: Mauricio Balocco (Presidente Fundación Natura Argentina), Alex Macipe (Fotógrafo de vida silvestre), Biól. Sabrina Villalba, Biól. Verónica Damino y Biól. Lourdes Boero Colaboradores: Aníbal Carballo y Daniel Isoardi
¿Qué sabemos del jaguarundi?
Los félidos (familia Felidae) son los más especializados en consumir carne dentro del orden Carnívora, estando bien adaptados a la cacería que realizan de manera sigilosa y al acecho. Se trata de animales de tamaño variable, de cuerpos esbeltos, alargados y musculosos. Tienen excelente visión y el sentido del olfato y oído bien desarrollados. En general son territoriales y solitarios, de actividad principalmente crepuscular y nocturna, además de ágiles trepadores y buenos nadadores.
Por el tipo de alimentación, se ubican en la cima de las pirámides alimenticias, jugando así un papel importante en los ecosistemas, al regular las poblaciones de sus presas. A su vez, esa situación los ubica en el centro de conflictos con el ser humano, ya que suelen predar animales de importancia económica. Otros problemas a los que se enfrentan son la caza ya sea deportiva o por el valor de sus pieles, al tráfico ilegal de fauna, la pérdida de hábitat, entre otros.
En la provincia de Córdoba habitan cuatro especies de félidos, estos son el gato montés (Oncifelis geoffroyi), el gato del pajonal (Lynchailurus pajeros), el puma (Puma concolor) y el jaguarundi o “puma negro” (Puma yagouaroundi). Este último, es de aspecto inconfundible, ya que es el único que tiene coloración uniforme sin manchas, presentando dos fases, una pardo rojiza y otra gris oscura o negra, pudiendo aparecer ambas en una misma camada de crías. Además, se destaca por tener el cuerpo alargado, patas en proporción cortas, la cabeza pequeña y achatada, y la cola larga. Puede llegar a medir un metro de largo, incluyendo la cola, la cual representa el 40% de su longitud. Se diferencia de otros felinos ya que es de hábitos principalmente diurnos.
El jaguarundi originalmente se encuentra ampliamente distribuido, desde Texas (Estados Unidos) hasta el centro de la Argentina. En Córdoba se debería encontrar en toda la provincia, principalmente en el Bosque Chaqueño y Serrano del centro y norte. La misma es considerada como rara a lo largo de su distribución, por lo que, cada registro de presencia (observaciones, rastros o reportes) resulta relevante a la hora de definir la ocurrencia de la especie en una determinada zona. En este sentido, distintos relatos sobre la presencia del jaguarundi en La Paisanita (Valle de Paravachasca), han motivado este proyecto. Dichos relatos refieren a observaciones directas de individuos aislados, y de pavos reales consumidos de manera que hacen sospechar que fueron predados por “el puma negro” (mordidos en la panza y esparcidos en espacios abiertos). Conocer más sobre esta especie y su situación poblacional en la provincia, resulta fundamental a la hora de planificar estrategias regionales para la conservación de este felino. Es por ello que, el objetivo de esta primera etapa es registrar la especie en La Paisanita, a través de entrevistas a lugareños, búsqueda de rastros y/observaciones directas.
Detalles de la expedición:
La localidad de La Paisanita se encuentra en el Valle de Paravachasca, cercana a la localidad de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Su vegetación corresponde a la ecorregión del Chaco y en particular, a la sub región del Chaco Serrano. Éste se caracteriza por la presencia de bosque de densidad variable según sus características micro climáticas, y con una predominancia de especies adaptadas a ambientes con poca humedad y que renuevan sus hojas (xerófilas y caducifolias), ver figura 1 y 2
Se encuentran especies dominantes como el molle de beber (Lithraea molleoides), el manzano de campo (Ruprechitia apetala), el coco (Zanthoxylum coco), el tala (Celtis ehrenbergiana), y en menor medida el algarrobo (Prosopis sp.), el piquillín (Condalia montana), el espinillo (Acacia aroma), entre otros. Esta composición vegetal ofrece una gama de recursos (alimento y refugio) a una gran diversidad de fauna característica de esta subregión. Varios son los factores que amenazan el normal establecimiento de estas comunidades, como por ejemplo: incendios recurrentes, ganadería intensiva, extracción de leña, invasión de especies animales y vegetales exóticas y urbanización no planificada.
Este estudio se realizó desde el 28 al 31 de enero del 2014. Para aumentar la posibilidad de registrar la especie comenzamos la búsqueda en la estancia San Agustín, donde contábamos con una referencia, dada por su dueño, Aníbal Carballo, quien nos relató sobre los pavos reales predados y sobre un avistaje. A su vez, realizamos entrevistas a pobladores de La Paisanita, quienes mencionaron que los avistamientos de esta especie se remontaban a dos años atrás y los más recientes al mes de agosto del año 2013, es decir, antes de los incendios que azotaron la provincia en el mes de septiembre del mismo año. Con esta información se utilizaron métodos de colecta de información a campo, basados en la búsqueda de rastros (registro de huellas, heces, cráneos, pieles, etc.) y de observaciones directas. Al llegar al sitio y luego de un recorrido por el área descubrimos huellas en la arena, de 4 cm de largo y 55 cm de tranco (figura 3 y 4). Estos rastros fueron identificados como de un posible felino pequeño, los cuales podrían ser de gato montés o de jaguarundi. Con esta información, durante dos días consecutivos (abarcando parte del día y la noche), nos ubicamos en un sector estratégico para así registrar a quien pertenecían las mismas y de ser posible tomar fotografías (figura 5 y 6). Además, colocamos una trampa en la arena, la cual consiste en una jaula de rejas metálicas que se acciona cuando el animal ingresa en busca del cebo (carne), encerrándolo sin causarle daño. A su vez, para atraerlo se utilizó un cebo vivo (gallina) colocado en una jaula, de modo que la misma no pueda ser predada (figura 7 y 8). Alrededor de esta se aliso el terreno a modo de huellero para complementar nuestra búsqueda. Por último, además del trabajo en el sitio puntual de las huellas, se realizaron recorridos a pie en el terreno circundante a la estancia San Agustín, en busca de registros de la especie.
A pesar de los esfuerzos de muestreo no pudimos registrar directamente al jaguarundi, ni confirmar a qué felino pertenecen las huellas encontradas. Creemos que el hecho de no registrar la especie en la zona puede deberse a varios motivos. Como se mencionó anteriormente, se trata de una especie rara de observar, por lo cual, es necesario continuar su búsqueda. Además los recientes incendios, pueden haber afectado su hábitat y con ello su presencia en el lugar. Es importante destacar que estos resultados, nos sirven para poder delimitar futuras etapas en distintos sitios del Valle de Paravachasca y en el resto de las Sierras de Córdoba. Existen muy pocos registros documentados de este felino y con este estudio se buscará dar información fehaciente de su presencia y que sitios utiliza, para poder así aplicar medidas de conservación no solo para el jaguarundí sino para el hábitat en el que se encuentra.
Para visitar la página y ver las figuras:
http://fundacionnatura.org/index.php?option=com_content&view=article&id=43
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